Barbara Beatriz Yulissa Ramos Arce
Estudiante de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú y miembro de la Asociación Civil Derecho y Sociedad
Lunes 22 de febrero 2016. Jesús María. 11:30 pm. Entrevista a Isela Suárez (Alias: Katalina Rosaforte, DNI: 25856971), periodista, artista plástica y activista ambiental investigada por los delitos de “Exhibiciones y publicaciones obscenas”, “Favorecimiento a la fuga” y “Usurpación” a raíz de una performance artística para protestar contra la tala de árboles en el Campo de Marte, Jesús María, Lima, el 30 de agosto de 2012.
Recuerdo claramente que hace unos años se difundieron algunas noticias sobre tu detención junto con la de otros artistas y poetas en el corazón de Jesús María. En algún momento me comentaste que el Estado te investigó, pero como dicen, comencemos por el principio ¿Cómo llegaste a tal escenario?
Estaba este grupo llamado APEGA (Sociedad Peruana de Gastronomía) eran el grupo encargado de organizar la feria gastronómica conocida como Mistura. Ellos venían haciendo por unos dos o tres años este evento en el Parque de la Exposición en donde está el Museo de Arte (MALI). Estaban acostumbrados a un procedimiento especial: decían no talaban la vegetación, sino que removían los árboles para volverlos a plantar. Entonces de un año a otro, la cantidad de árboles iba reduciendo considerablemente. Al final, hacían la famosa feria y nunca volvían a replantarlos porque el armado de la feria duraba como dos o tres meses, además de los quince a veinte días de ejecución del evento, los árboles ya estaban muertos. Y así fue un año tras otro, hasta que las áreas verdes comenzaron a reducirse cada vez más.
¿Y nadie dijo nada al respecto?
Ahí fue que apareció Alfredo Vanini, el administrador del Parque de la Exposición. Él se opuso completamente a que la feria Mistura volviera a realizarse en este lugar bajo los argumentos que acabo de mencionar. Por ese entonces la Municipalidad de Jesús María estaba siendo gobernada por el ex alcalde Enrique Ocrospoma Pella. Este sujeto, que tenía muchas denuncias por corrupción y malversación de fondos, había conseguido reservar el Campo de Marte a la empresa APEGA para la realización de Mistura. Los vecinos ya conocían las actividades de esta gente en el Parque de la Exposición y mientras se organizaba, comenzó la deforestación.
Desde la ecología y el medio ambiente, me imagino que el problema no venía solamente por los árboles…
Exacto. En cuanto a la deforestación uno no solamente mata a los árboles sino que matas a toda la biodiversidad, el hábitat donde están los pájaros, los insectos… todo. Había gavilanes y ardillas que comenzaron a desaparecer y eventualmente se dio un deterioro ecológico. Los vecinos protestaban, siguieron un curso legal para denunciar contra esta invasión porque el Campo de Marte es un área pública ¿O no? Nos pertenece a todos. La empresa privada, en vez de actuar responsablemente como cualquier otro comerciante en el Perú que va y alquila o compra un terreno para hacer sus actividades, estos sujetos, aprovechándose de su poder económico, bajaron un dinero, una ganga, a comparación de lo que les costaría realmente, y expropian a la ciudadanía de sus áreas verdes. Es un horror.
Al momento de hablar con las autoridades competentes de aquel entonces ¿Se tomaron algún tipo de medidas para solucionar el problema?
No. Los vecinos fueron totalmente rechazados. Decidieron entonces organizarse para realizar una protesta, a pesar que en este momento ya se habían retirado los árboles y el daño ecológico ya estaba hecho. Se contactaron a actores de los medios, como Richard Torres para realizar un performance a raíz de esta causa. Yo, como ciudadana y compañera de artes, decidí también participar junto con él.
¡Ah! Las fotografías de Richard y tú en el árbol. ¿En qué consistía la performance?
Fue un 30 de agosto de 2012. Éramos varias personas. Había otros tres actores, una que hizo de la madre naturaleza que estaba de luto y lloraba, también estaba el verdugo, interpretado por el poeta y periodista cultural Luis Mujica, conocido como “El Primo” (ríe), y yo. Tuvimos el apoyo del escritor Rodolfo Ybarra, de todos los vecinos que se solidarizaron (…) Al final nos amarramos desnudos a los árboles con los cuerpos empapados en pintura roja para representar la sangre. Ese día de la protesta en un lado se realizaba el performance, en otro unas personas recitaron poesía, otros cantaron un par de canciones e incluso había niños acompañados de sus padres que hicieron pinturas y dibujos con la temática medioambiental y ecológica.
¿Cómo consiguieron ejecutar una protesta con tantas actividades sin que nadie se entrometiese? Por lo menos en un principio…
Contábamos con autorización. Los vecinos obtuvieron un permiso para la realización de esta actividad cultural en la Prefectura de Lima.
Y de un momento a otro…
Sí. Llegó la represión, la Policía, llegó. Se subieron al escenario que estaba ubicado en el árbol donde estábamos atados y desnudos. Discutimos con las fuerzas policiales, incluso frente a la prensa, pidiendo que por favor se retiren ya que debíamos continuar con la performance y que tuviéramos permiso de la Prefectura de Lima. Pero ellos procedieron a agredirnos. Se arrestaron a varias personas. Y digo arresto porque meter a un ser humano en un patrullero, así no esté esposado. Se llevaron al actor Richard Torres en una patrulla, me agredieron verbal y físicamente y los vecinos, al ver esto, nos defendieron. Entonces mis compañeros y yo tomamos la decisión de subir al patrullero, el que incluso es también para uso de la comunidad, porque nos sentíamos impotentes.
Ustedes eran solamente un grupo de artistas, poetas y vecinos de Jesús María. ¿Pero los superaban en fuerza?
Claro. Había más de cinco coches de patrulla estacionados, estaban llamando refuerzos, nos jaloneaban de todos lados, nos golpeaban como si fuésemos delincuentes y ante esa agresión ¿Cómo podíamos defendernos? ¡No teníamos armas! Y no podíamos tocar a la policía porque nos íbamos presos. Fue solo un ejemplo de la total desventaja legal en un caso de enfrentamiento. Encima del patrullero comenzamos a pedir la libertad del compañero Richard, los vecinos nos apoyaron y así fue como él fue liberado y nos retiramos.
Esta historia se desarrolló en agosto de 2012, pero si mal no recuerdo tu investigación comenzó mucho tiempo después ¿O me equivoco? Extrañamente fue algo que demoró bastante.
Casi diez meses después de la manifestación nos llega un comunicado a casa donde el Estado nos citaba para investigarnos por fuga, exhibición inmoral o alguna ridiculez similar, agresión a la policía, por perturbar la propiedad pública (ríe) ¡Lo cual es justo lo que la gran empresa estaba haciendo con los parques! Y finalmente por un cargo más que no llego a recordar. El asunto es que la empresa APEGA no solamente taló los árboles y dañó el medio ambiente (…) Sabemos que Lima es una ciudad frágil ante los desastres sísmicos ¿Verdad? El Campo de Marte era una de las áreas de seguridad en caso de un terremoto o de un sismo, y sin embargo fueron usadas por esta empresa, dejando en desprotección a los vecinos. Violentando todas las leyes, la Municipalidad de Jesús María y la empresa APEGA permitieron esta feria.
Me comentabas que nunca antes habías sido citada a una declaración policial ni mucho menos investigada. Cuando recibiste este comunicado ¿Qué fue lo primero que hiciste? ¿Qué pensaste? Ya sabemos que en general la mayor parte de la población en el Perú tiene poco o nulo conocimiento sobre sus derechos y sobre el sistema de justicia.
Al final cuando esto pasa uno tiene que contratar a un abogado y empieza lo ilógico: uno está defendiendo su territorio, defendiendo el medio ambiente y sin embargo el Estado te denuncia solo porque la empresa privada piensa que esto es casi como su feudo. ¡Y no solamente la privada, sino también la pública! Un ejemplo es lo que ha pasado en PetroPerú con el derrame de petróleo en la selva. ¿No sabían ellos del mal estado de sus oleoductos, de la posibilidad de un accidente? Incluso su única reacción fue trancar las partes contaminadas del río y nunca imaginaron que gracias al fenómeno de El Niño, los cambios climáticos y la lluvia, el agua se rebalsaría de tal forma que ocasionara el desastre medioambiental en el que está la Amazonía hoy.
Lo mismo ocurrió con Southern. Hace unos días se rompieron tubos en el mar, supuestamente por un fuerte oleaje, pero vamos ¿No deberían de saber las empresas de esas cosas? ¿Prever algunos cambios en las aguas o en el clima? Si no saben esto ¿A qué tipo de gente le estamos encargando nuestros recursos naturales para su administración?
Finalmente ¿Acudiste a tu declaración?
No tenía opción, si mal no recuerdo a uno lo pueden llevar por la fuerza si es que decide abstenerse. Antiguamente a uno le llegaba una citación y tenías que firmarlo para demostrar que lo habías recibido efectivamente: hoy solamente te lo dejan debajo de la puerta y asumen que lo has visto, pero podrían pasar muchas cosas. En fin, al final asistía mi declaración junto con una amiga mía que era abogada. De lo contrario hubiera tenido que pagar honorarios altísimos o aceptar a un abogado cualquiera.
¿Sentiste algún trato particular hacia tu persona?
No me trataron como a un delincuente pero se siente la presión del poder. Por lo menos el Fiscal que me entrevistó, y me imagino que es así con la mayoría, tenía un total desconocimiento de la realidad. Es decir, el abogado solamente es abogado y no sabe nada más, solo sabe de leyes, escribir, utilizar un lenguaje jurídico ¿Y el arte? ¿Y el medio ambiente?
No me imagino qué cara habrá puesto al escuchar sobre un performance artístico elaborado por activistas ambientales.
Yo recuerdo que cuando estaba en mi declaración, aseguré que lo que habíamos llevado a cabo se podía calificar como una intervención dadaísta. El Fiscal me pidió que la repitiera porque no entendía qué significaba. Honestamente me dejó bastante qué desear del Estado, sobretodo porque los mantenemos con nuestros impuestos (…) y pasan este tipo de cosas.
¿Volviste a ser citada?
No, para nada. Le dijeron a mi abogada que la investigación había sido archivada, pero nunca me llegó ninguna notificación a mi casa que me informara al respecto. Supongo que sobreentendieron que mi abogada me lo diría o algo así. Archivaron todo porque finalmente se pudo demostrar mediante fotos y videos que había sido la policía la que había iniciado la agresión.
Desde la performance el 30 de agosto hasta que tu abogada te informó sobre el archivamiento del caso ¿Cuánto tiempo pasó?
¡Ah! Fueron casi dos años en total. A mí me citaron en abril del 2013, ocho meses después de la fecha del performance. Pero claro, yo realicé todo con mi nombre artístico (Katalina Rosaforte), por lo cual les fue difícil identificarme y enviarme la citación. ¿Cómo me encontraron? Un programa periodístico que en ese momento estaba conducido por el periodista Aldo Miyashiro y dirigido por Martín Arredondo, ambos ex compañeros de estudio, lanzaron mi nombre al público. Fue una soplonería, pero así se maneja el periodismo hoy en día.
Y hablando de eso: lo que viviste en Jesús María fue como un pequeño ejemplo de lo que ocurre a gran escala alrededor del Perú, eventos de los que nunca conocemos la historia completa por los filtros de la prensa.
Totalmente. De lo más chiquito a lo más grande. Ahora mismo tenemos un problema en la urbanización de Chacaritas, Callao, ubicada a pocos metros del puerto más moderno de todo Sudamérica el cual está entregado por concesión a “Dubai Ports World Callao”. La empresa “Odfjell Terminals Depósitos Químicos Mineros S.A”, conocido simplemente como “DQM”, en el año 1997 comenzó una serie de trámites para establecer su planta en plena zona urbana. Contra todas las leyes medioambientales, el Estado les otorgó este espacio, permitiéndoles trabajar desde el gobierno de Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala… Los cuatro mostraron un nulo interés en la población chalaca y simplemente permitieron que se guarden 35 tanques con 44 mil toneladas de metros cúbicos de productos químicos que producen contaminación de todo tipo. ¡Este caso está en la Corte Internacional de Derechos Humanos, apelando eternamente, porque todo el Poder Judicial nacional ha rechazado encargarse de las denuncias de los pobladores! Es una cosa escandalosa. A nadie le importa.
Y sin embargo están los activistas ambientales…
Sí, y sin embargo el año pasado hubo dos jóvenes detenidos y procesados por reclamar salud en su medio ambiente. En Cajamarca está el caso de Máxima Acuña de Chaupe, constantemente acosada por la minera Yanacocha. ¿Y lo que pasó en Morococha? Entre el 2014 y 2015 las casas de los campesinos que rechazaron el ingreso de la minera Chinalco fueron incendiadas por gente enviada desde esta empresa e incluso con la ayuda de la Policía Nacional del Perú, con la misma actitud abusiva con la que actuaron en Jesús María.
Me queda claro que en nuestro contexto el itinerario de un activista tanto ambiental como de cualquier otro tipo podría verse continuamente frustrado por el abuso de autoridad y el rechazo hacia la protesta.
El ocultamiento sistemático y organizado de noticias hace que los activistas ambientales nos sentamos impotentes ante el abuso del Estado y de la empresa privada. Mira, en el interior del país se han hecho consultas a las diversas poblaciones sobre qué hacer con el territorio y al final, por una serie de procedimientos y tecnicismos, les voltean la situación. Cuando se va a iniciar un gran proyecto aquí en la zona urbana, como pasó en el Callao, consultan a los vecinos de la misma manera. ¿Y cuando hacen algo al respecto? Es considerado terrorismo, vandalismo, insurrección. Yo creo que todo esto nos lleva a ver que se está llevando a cabo una suerte de genocidio ¿No crees? Se pisotean territorios, culturas, se detienen, asesinan o desaparecen a líderes campesinos (…) Sólo en el último gobierno tenemos más de ciento cincuenta y tantos muertos.
Este tipo de vacíos son los que finalmente ocasionan las decenas, sino cientos de conflictos socio-ambientales que saturan continuamente los medios de comunicación. Y claro, luego están los enfrentamientos, los bloqueos, la violencia…
Por supuesto. Estas cosas llevan al ciudadano a tomar medidas drásticas porque de lo contrario ¿Cómo nos defendemos? ¿Tengo que esperar, como en el caso de México, que me corten la cabeza? Unos amigos me contaban que allá en este país solían pasear por las calles y encontraban bolsas negras con forma humana en las esquinas y ya está, ahí quedó, no pasa nada. Las constantes agresiones al medioambiente están llevando a la población a una toma de consciencia e incluso a darse cuenta que están entre la espada y la pared. Esto nos puede llevar eventualmente a una suerte de conflicto armado.
El Perú es un país complicado para el activismo. Especialmente para el de corte ambiental.
Claro. Si el Estado no se hace responsable por la protección de sus ciudadanos lo más probable es que acabemos en un contexto de ecoterrorismo, conocidos también como eco warriors. Hay diversos planteamientos ideológicos sobre estas corrientes, como por ejemplo el de Ted Kaczynski, originado en las bases del anarco primitivismo. Allá en México hay muchos grupos de este tipo que usan sobres bombas y demás atentados para difundir sus ideas…
No tiene relación con lo que ocurrió en agosto del 2012, porque se trataba de una manifestación totalmente distinta.
Sin duda. Era una performance pacífica, absolutamente pacífica, de fines artísticos. Que el Estado entienda que el cuerpo humano es obsceno, impuro o grotesco, ya tiene que ver con concepciones medievales que se adoptan en pleno Siglo XXI, acorde al sistema medio primitivo en el que vivimos (risas). Casi virreinal.