Problemas de la investigación jurídica y su enseñanza en época de pandemia

Problemas de la investigación jurídica y su enseñanza en época de pandemia

Martín Eduardo Perez Cázares

Abogado, Maestro en Derecho Privado, Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, Doctor en Derecho, Profesor Investigador Universidad de Guadalajara México, miembro de la Academia Jalisciense de Ciencias, correo electrónico mperezcazares@yahoo.com.mx.

La pandemia ha traído innumerables desafíos a la humanidad, de pronto hemos tenido que migrar a que infinidad de actividades se realicen en casa, utilizando de manera permanente el internet, así, tanto trabajo, compraventas, consultas, clases, investigaciones, conferencias, encuentros, presentaciones de libros, foros, congresos etc., han tenido que realizarse de manera virtual.

El Covid-19, cuya afectación ha sido a nivel global, tanto la investigación como la enseñanza en general y en especial la jurídica, a tenido que cambiar a ambientes virtuales o en línea a través de diversas plataformas. Esto ha puesto tanto al docente como al alumno frente a nuevos retos en la investigación del derecho, que no puede ni debe parar ante ninguna circunstancia, pues aun en etapas de confinamiento se requiere mayor investigación, sobre todo en materia procesal, dado que es este derecho el que resulta necesario para no detener la justicia como una actividad esencial del ser humano y por tanto, la investigación en esta materia resulta no solo necesaria sino urgente, puesto que la sociedad misma reclama justicia ante cualquier eventualidad.

La investigación jurídica es tan importante como la investigación medica, nos sirve para encontrar soluciones a un problema jurídico o para tratar de encontrar explicaciones que nos permitan entender mejor a la ciencia del derecho, inclusive, me atrevería a decir que, para crear nuevas instituciones de derecho, que tiendan a regular mejor las relaciones sociales, tanto entre particulares como entre el Estado, y a encontrar mejores formas procesales de solución de controversias sin la presencia física de las partes en conflicto.

Investigar significa buscar datos, de manera ordenada y sistemática, para obtener conocimientos nuevos o para encontrar aplicaciones nuevas a los conocimientos existentes.[2] Por lo tanto, la investigación jurídica no puede encontrar obstáculos en etapas de confinamiento, pues se tiene a disposición un cumulo de herramientas informáticas sin necesidad de acudir a una biblioteca. 

La investigación procesal en especial requiere conocer nuevas teorías, profundizar en aspectos de la realidad socio jurídica que enfrentamos, urgiendo desarrollar nuevos conceptos e ideas, crear nuevas instituciones jurídicas que no detengan a la justicia, crear nuevos enfoques metodológicos, vincular la teoría con la práctica, el deber ser o el ser con la realidad social, evaluar la eficiencia de la norma jurídica existente y si es necesario cambiarla o adecuarla a las necesidades que se presenten, diagnosticar el derecho y sus transformaciones, comprobar o verificar hipótesis, ayudar a encontrar datos para resolver problemas jurídicos, crear nuevas leyes que resuelvan necesidades de la sociedad, investigaciones que permitan entregar datos para tomar decisiones en todos los ámbitos de la sociedad.

El derecho es una ciencia que tiene el poder sobre un objeto o cosa a través de una prohibición, inclusive, sobre una cosa ajena, tiene la capacidad de poner límites tanto a las personas como a las cosas, tiene incluso el poder de sometimiento y el derecho procesal impone tiempos y cargas procesales, aspectos que deben de prevalecer en su enseñanza para que con este enfoque se generen las investigaciones que la actual crisis sanitaria pone de relieve ante la paralización de la justicia.

La dinámica de la vida moderna, la globalización, los nuevos descubrimientos científicos tecnológico y las nuevas conductas de las personas inducidas por cuestiones de salud, generan otras dificultades para la aplicación del derecho que obligan a buscarles soluciones y estas tendrán que encontrase a través de la investigación jurídica; el derecho no puede quedar como simple espectador, tiene que ir delante de toda actividad y necesidad humana. El mundo actual reclama soluciones y explicaciones prácticas e inmediatas sobre todo en materia de justicia.

Las deficiencias en la enseñanza de la investigación jurídica retrasan el desarrollo pleno de esta disciplina. La investigación jurídica debe hacerse multidisciplinaria, al igual que la enseñanza, pues dista mucho la realidad que se vive en las aulas, a la que se vive en los juzgados. En un mundo globalizado, la investigación del derecho comparado debe ser de suma importancia para poder determinar si es factible aplicar algunas instituciones jurídicas de otros países, para mejorar nuestro sistema jurídico.[3]

La falta de vinculación estrecha entre estudiante y maestro, produce una falta de motivación en el alumnado para la investigación de temas de derecho, cuestión que no puede permitirse pues hoy, gracias a las Tic´s, podemos interactuar con los alumnos de manera virtual en clases sincrónicas o asincrónicas, tenemos a la mano mecanismos tecnológicos que debemos de aprovechar para generar aptitudes de formación crítica, comprensión multidisciplinar, comunicación, investigación con uso de tecnológias, pensamiento lógico jurídico, valores de tolerancia, responsabilidad, identidad, justicia, respeto a los Derechos Humanos, ética y profesionalismo, con capacidades de trabajo en equipo, auto aprendizaje, mente abierta, opinión informada, habilidades de comunicación oral, innovación, toma de decisiones, y uso de tecnologías para el aprendizaje e investigación.

Debemos ofrecer por tanto al estudiante, un panorama amplio de las problemáticas que existen para delimitar y definir el conjunto de problemas jurídicos que sean susceptibles de ser investigados, el manejo y uso del derecho que hacen distintos sectores sociales, se convierten en temas a investigar para el desarrollo del conocimiento jurídico científico y las soluciones prácticas que pudieran darse a problemas de la actividad humana.

Las condiciones del mundo actual nos plantean el reto de saber si las ideas con las que analizamos las nuevas realidades son las más adecuadas o apropiadas. Desde esta perspectiva, es claro que debemos asumir que en el campo del derecho y en relación con la educación jurídica, muchos de nuestros conceptos que hasta hace poco eran útiles, en este momento descubren su incapacidad de explicar los sucesos que en ambos terrenos nos enfrentan; lo anterior exige una postura radical y valiente para realizar un giro extremo y aventurar nuevas expectativas de conocimiento.[4]

     La investigación jurídica y la enseñanza del derecho, deben de estar en intima relación con el espacio en que se desenvuelve el investigador, como siempre lo he manifestado, el derecho debe de adecuarse a la realidad social en que se vive; de igual manera, la investigación jurídica requieren características propias de la región o país en que se realice, sin perder de vista desde luego el aspecto de la globalización o las circunstancias actuales de salud que enfrenta el mundo y cuya investigación en distintos ámbitos sociales es urgente, siendo una de ellas el derecho procesal para incentivar los juicios en línea con el afán de no interrumpir ningún procedimiento y por ende, no detener la justicia, no perdiendo de vista que se realicen aportes jurídicos que solucionen el complejo social actual.

Hoy ya no es la cátedra presencial ante esta nueva realidad que vivimos en que el docente se encuentra detrás de un escritorio, el académico se constituye en una guía para el alumno, que atrás de una computadora tiene que motivar la autodisciplina y en muchas ocasiones el autoaprendizaje, la generación de ideas nuevas que modernicen al derecho.

En la actualidad, el modelo educativo tiene que cambiar, pero lamentable resulta que la educación jurídica como parte de la educación general enfrenta una problemática de carencias en instalaciones adecuadas para la enseñanza virtual, sin material didáctico para la catedra no presencial, por lo tanto, falta de personal capacitado para esta inédita forma de enseñar y aprender.

Ahora, la investigación jurídica debe centrarse en la urgente necesidad de establecer mecanismos procesales que tiendan a la continuidad de los juicios para enfrentar las exigencias de la sociedad, que no puede esperar una sentencia en el que estén de por medio temas de alimentos, de pago o entrega de rentas, de interdictos, de violencia intrafamiliar, de robos, feminicidios, homicidios, despojos, clausuras etc.

De por sí la investigación jurídica ha sido escasa, con la reciente pandemia nos podemos enfrentar a la casi nula generación de nuevos conocimientos jurídicos, provocando un atraso en la generación de ciencia jurídica.

Resalta la importancia de la investigación jurídica como una urgente necesidad, si tomamos en cuenta los cambios sociales que se han suscitado producto del Covid 19 qué,  en la época de la informática y de la comunicación cibernética, no puede quedar la búsqueda de nuevas formas procesales y de impartición de justicia en el olvido, puesto que la apremiante exigencia de un derecho humano como la justicia que presiona a la estructura jurídica del Estado por parte de la sociedad para no entorpecerla, destaca la exigencia de incentivas con mayor apremio a la investigación de nuevas formas de impartición de justicia, que solucionen la problemática no ya de su lentitud sino de su completa paralización.

Estamos ante la presencia de normas jurídicas extraterritoriales, y de un supra derecho, estableciéndose cambios sustanciales en la administración de justicia y en la protección de los derechos humanos, por lo que hay una necesidad de transformarnos de manera urgente, sobre todo en el ámbito de la continuidad de los juicios para su modernización en el que prevalezcan las Tic´s y el uso de mecanismos tecnológicos.

De lo anterior, resulta necesario generar ciencia jurídica que permitan cambiar los errores del sistema de justicia, para crear nuevos paradigmas que resuelvan el atraso que vive nuestra justicia y la paralización de que ha sido objeto, con un sistema anacrónico, propio del siglo XIX, o bien determinar los cambios en la legislación actual, quitando figuras jurídicas inaplicables y modernizando su impartición. 

Podemos concluir que, la generación de la investigación de la ciencia del derecho, debe de cambiar, utilizando las nuevos sistemas de comunicación, conforme a los nuevos modelos de la tecnología  que den respuesta a las necesidades de la sociedad, generando ciencia jurídica multidisciplinaria, de manera que analice los fenómenos sociales, para dar un entendimiento práctico, en el que el derecho funcione como constructor de una enseñanza moderna para tener futuros juzgadores que no se paralicen ante pandemias venideras, que sepan utilizar la tecnología a favor de una justicia moderna.


BIBLIOGRAFÍA

[1] Abogado, Maestro en Derecho Privado, Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, Doctor en Derecho, Profesor Investigador Universidad de Guadalajara México, miembro de la Academia Jalisciense de Ciencias, correo electrónico mperezcazares@yahoo.com.mx.

[2] Diccionario de la real academia española. Edición 2002.

[3] Botero Bernal, Andrés. Nuevos paradigmas científicos y su incidencia en la investigación jurídica. Italia. Revista Dirittio y equacione publiche. 2005. p. 210.

[4] Larrauri Torroella, Ramon. La Educación Jurídica, como campo de investigación desde una conceptualización epistemológica. Internet página www.revistauniversitas.org. P. 64