Natalie Bosshard & Victor Orihuela
Asociada Senior en el Estudio Santivañez y Docente en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Asociado Junior en Zúñiga, Alvarez Abogados.
Las fusiones y adquisiciones (conocidas como M&A, por sus siglas en inglés) son procesos estratégicos orientados a integrar dos o más empresas mediante reorganización societaria, toma de control o adquisición de acciones y/o activos. Entre sus objetivos principales destacan: generar sinergias maximizando el valor del o las empresas, mejorar el control gerencial, aumentar la participación en el mercado a través de la diversificación o expansión geográfica, o incluso proteger un mercado frente a prácticas abusivas.
En términos simples, las fusiones y adquisiciones son procesos que buscan integrar dos o más negocios; lo que se puede lograr a través de (i) distintas modalidades de reorganización societaria, como fusiones, escisiones o reorganizaciones simples y/o (ii) adquisición total o parcial de las acciones de una empresa para tomar su control efectivo.
Una parte fundamental del M&A son las sinergias que se generan. Las sinergias representan los beneficios adicionales obtenidos cuando dos empresas combinan sus recursos y capacidades. Estas pueden clasificarse en distintas categorías según el tipo de estrategia perseguida:
- Sinergias horizontales: Ocurren cuando dos empresas competidoras en el mismo mercado se fusionan para reducir costos, ampliar su participación de mercado o mejorar su eficiencia operativa. Ejemplo: La adquisición de PECSA por parte de Primax, que fortaleció su posición en el mercado de combustibles.
- Sinergias verticales: Suceden cuando una empresa adquiere a otra dentro de su cadena de suministro, ya sea un proveedor o un distribuidor, para optimizar procesos y reducir costos. Ejemplo: Amazon adquirió Whole Foods para mejorar su logística y expansión en el sector alimenticio.
- Sinergias de diversificación: Se dan cuando una empresa entra a un nuevo mercado o sector mediante una adquisición. Esto permite diversificar riesgos y fuentes de ingresos. Ejemplo: La adquisición de LinkedIn por parte de Microsoft.
- Sinergias de inversión: Surgen cuando una empresa busca adquirir tecnología, conocimientos o recursos específicos que no posee. Esto ocurre frecuentemente en la industria tecnológica o farmacéutica.
Algunos ejemplos emblemáticos de fusiones y adquisiciones son: (i) la compra de Instagram y WhatsApp por parte de Facebook, que consolidó su liderazgo en el sector de las redes sociales; (ii) la adquisición de Whole Foods por Amazon, que marcó su incursión en el sector de alimentos orgánicos; (iii) la compra de Chevron y Texaco por Primax, que fortaleció su presencia en el mercado de combustibles; y (iv) la adquisición de 21st Century Fox por Disney, un claro ejemplo de integración horizontal que expandió el catálogo de contenido de Disney y fortaleció su competitividad en el mercado del streaming.
Elemento esencial de un M&A: Determinación de valor
Uno de los aspectos más relevantes en M&A es determinar el valor de la empresa objeto de la transacción.
Los métodos más comunes son:
- Flujo de Caja Descontado (DCF, por sus siglas en inglés): Este método proyecta los flujos de caja futuros de la empresa durante un período determinado, generalmente 5 a 10 años, y los trae al presente utilizando una tasa de descuento. Esta tasa considera factores como el riesgo-país, la industria, las condiciones económicas y la estructura de capital. Aunque es un método ampliamente utilizado, las proyecciones entre compradores y vendedores suelen diferir, ya que los vendedores tienden a ser más optimistas en sus estimaciones.
- Múltiplos de EBITDA: Este indicador mide las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es utilizado internacionalmente como referencia de valor. Es fundamental que el EBITDA considerado refleje ingresos recurrentes y no extraordinarios para garantizar una valoración precisa. Comúnmente el EBITDA del último año, o el promedio de los últimos 2 años, es multiplicado luego por un múltiplo que se obtiene esencialmente de promediar transacciones similares en la industria de que se trate.
- Due Diligence Financiero: Este proceso verifica que el valor estimado de la empresa sea consistente con su realidad contable. Es esencial para identificar riesgos potenciales y validar las hipótesis empleadas en la valoración.
- Due Diligence Legal: Otro elemento fundamental en cualquier operación de M&A es el Due Diligence Legal. Este proceso implica una investigación exhaustiva de los aspectos legales, y por extensión de estos, operativos y comerciales de la empresa objetivo; con el fin de verificar la exactitud de la información proporcionada por el vendedor, a partir de lo que indican los documentos legales de la empresa.
¿Cuáles suelen ser los pasos en un M&A?
Para que un M&A sea exitoso, es crucial establecer objetivos precisos y seguir un plan bien estructurado. Una vez definidos los propósitos, se debe avanzar mediante una serie de etapas que aseguren una ejecución fluida y efectiva.
El primer paso es la elaboración de una carta de intención (Letter of Intent – LOI, por sus siglas en inglés). Este documento, que no es vinculante, establece los términos preliminares de la operación, asegurando que ambas partes estén alineadas en sus expectativas. Además, sienta las bases para el resto del proceso de negociación y diligencia.
Una vez firmada la LOI, se procede con la firma de un acuerdo de confidencialidad (Non-Disclosure Agreement – NDA), que protege la información sensible que será compartida entre las partes durante las negociaciones. Este acuerdo es esencial para garantizar la protección de datos clave y evitar posibles filtraciones que pudieran afectar la operación.
El siguiente paso es la elaboración de un Memorando de Entendimiento (Memorandum of Understanding – MOU) que, aunque al igual que el LOI es por lo general no vinculante, detalla con mayor especificidad las intenciones y acuerdos preliminares alcanzados. Este documento actúa como una hoja de ruta, estableciendo claramente los objetivos, plazos y condiciones del proceso.
A continuación, se lleva a cabo la determinación financiera. En esta etapa, se realiza una evaluación económica exhaustiva de la operación, que incluye la valoración de la empresa objetivo, el análisis de posibles sinergias, y la estimación de los costos y beneficios asociados al M&A. Este análisis permite validar la viabilidad económica de la transacción y tomar decisiones informadas.
Una vez determinada la viabilidad financiera, se inicia el due diligence, que consiste en un análisis exhaustivo de la empresa objetivo en el que se busca identificar riesgos, contingencias y oportunidades que podrían influir en la transacción. Se revisan aspectos legales, financieros, tributarios, laborales, comerciales y operativos de la empresa objetivo, con el fin de tomar decisiones fundamentadas y minimizar riesgos.
Finalmente, se llega a la fase de negociación y firma del contrato definitivo. Este documento detalla los términos y condiciones finales de la operación, en el que se incluye el precio de compra, declaraciones y garantías, mecanismos de solución de conflictos y cualquier otra disposición necesaria para formalizar la transacción.
Adquisiciones Vs Fusiones
Una vez definidos los pasos del proceso, es importante diferenciar entre adquisiciones y fusiones. En una adquisición, una empresa compra a otra, asumiendo tanto sus activos como pasivos, o únicamente ciertos activos seleccionados.
Por otro lado, en una fusión, dos empresas se integran para formar una nueva entidad conjunta, compartiendo activos, pasivos y la toma de decisiones. La elección entre una adquisición o una fusión depende de los objetivos estratégicos, la estructura de las empresas involucradas y las implicancias legales y financieras de cada caso.
Adquisiciones:
La adquisición de una empresa puede realizarse mediante la compra de acciones o la compra de activos. Cada una de estas modalidades presenta ventajas y desafíos específicos que deben ser considerados al estructurar la transacción.
Compra de Acciones
En una compra de acciones, el adquirente asume la titularidad de las acciones de la empresa y, con ello, se convierte indirectamente en propietario del negocio. Esto implica que el comprador hereda tanto los activos como los pasivos, así como las relaciones jurídicas de la compañía. Debido a ello, las declaraciones y garantías ofrecidas por el vendedor suelen ser más amplias.
Desde una perspectiva fiscal, la compra de acciones es más favorable, ya que no está sujeta al Impuesto General a las Ventas (IGV) ni al impuesto de Alcabala. Además, el proceso de transferencia es más ágil, ya que se perfecciona con el registro de la compra en el Libro Matricula de Acciones de la sociedad objetivo. Sin embargo, el Due Diligence en este tipo de transacción es más complejo, dado que el comprador asume todas las contingencias, tanto actuales como futuras.
Uno de los ejemplos más representativos de compra de acciones en el país, es la adquisición de los negocios de Citibank por parte de Scotiabank en 2015 por un valor de US$ 295 millones. Esta operación permitió a Scotiabank consolidar su posición en el mercado financiero peruano.
Compra de Activos
La compra de activos permite la adquisición de bienes específicos de una empresa sin asumir sus pasivos ni contingencias. En esta modalidad, el comprador selecciona qué activos desea adquirir, lo que brinda mayor flexibilidad y control sobre la transacción. Sin embargo, esta opción suele tener un tratamiento tributario menos favorable y un proceso administrativo más complejo, ya que requiere la transferencia individual de cada activo.
En términos de Due Diligence, la compra de activos es más sencilla, ya que solo se analizan los activos específicos materia de la transacción. Además, las declaraciones y garantías tienen un alcance más limitado, reduciendo la necesidad de mecanismos como ajustes de precio o cuentas escrow. La seguridad jurídica también es mayor, pues la transferencia se realiza directamente con la persona jurídica vendedora.
Desde el punto de vista fiscal, el Código Tributario establece que los adquirentes de activos y/o pasivos de empresas son responsables solidarios durante un plazo de dos años, salvo que la transferencia sea debidamente comunicada a la SUNAT.
Un caso destacado es la adquisición de la cartera hipotecaria del Banco de Trabajo por parte de Interbank en 2007 por aproximadamente US$ 60 millones. Asimismo, en 2005, el BCP adquirió la cartera de créditos del BankBoston Perú por un monto cercano a los US$ 400 millones. En ambos casos, se optó por la compra de activos específicos, evitando la asunción de pasivos contingentes.
Fusiones:
Las fusiones pueden clasificarse según su estructura, siendo las más comunes las siguientes:
- Fusión por consolidación: Dos o más empresas se unen para formar una nueva entidad.
- Fusión por absorción: Una empresa existente absorbe a otra, consolidando sus activos y pasivos.
- Fusión simple: Una sociedad absorbe a una subsidiaria que ya controla al 100%.
- Fusión triangular: Tres empresas participan, y una absorbe a las otras dos.
- Fusión inversa: Una subsidiaria absorbe a su matriz para consolidar recursos o aprovechar beneficios fiscales.
En el ámbito legal peruano, las fusiones están reguladas por la Ley General de Sociedades (LGS), que establece varios elementos esenciales para su correcta ejecución:
- Transmisión en bloque y a título universal: Esto implica que los patrimonios de las sociedades fusionadas se transmiten en su totalidad a la nueva entidad o a la sociedad absorbente, incluyendo tanto activos como pasivos, garantizando la continuidad de las relaciones jurídicas.
- Extinción de la personalidad jurídica: Las sociedades absorbidas o incorporadas dejan de existir legalmente, transfiriendo todos sus derechos y obligaciones a la entidad resultante o absorbente, según lo dispuesto en el artículo 345 de la LGS.
- Agrupación de socios y relaciones jurídicas: Los socios de las sociedades fusionadas se agrupan en la nueva entidad o en la absorbente, respetándose los derechos económicos y societarios acordados durante la negociación.
- Variación o extinción del capital social: En función del tipo de fusión, puede haber un incremento, reducción o extinción del capital social.
El procedimiento para llevar a cabo una fusión incluye varios pasos clave: (i) el proyecto de fusión debe ser aprobado por los directorios de las empresas involucradas, (ii) los acuerdos de fusión deben publicarse tres veces con intervalos de cinco días en un diario oficial, lo que permite a los acreedores presentar oposiciones dentro de un período de 30 días, (iii) una vez superada esta etapa, se procede al otorgamiento de la escritura pública y a la inscripción de la fusión en el Registro Público y , finalmente, (iv) se debe comunicar la fusión a la SUNAT.
Durante este proceso, tanto los accionistas como los acreedores cuentan con derechos específicos. Los accionistas minoritarios tienen derecho a solicitar el reembolso de sus acciones al valor acordado o al valor en libros. Por otro lado, los acreedores pueden oponerse a la fusión si consideran que esta afecta sus derechos, debiendo garantizarse el pago o la provisión de garantías adecuadas en tales casos.
En conclusión, las operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A) son estrategias clave para el crecimiento y fortalecimiento empresarial. Implican procesos estructurados que van desde la negociación inicial hasta la firma del contrato, con la debida evaluación financiera y legal. Las adquisiciones pueden realizarse mediante la compra de acciones, asumiendo activos y pasivos, o la compra de activos específicos. Cada modalidad tiene ventajas y desafíos, por lo que contar con asesoría especializada es esencial para mitigar riesgos y maximizar beneficios.