Juan Carlos Valera Huarcaya
Abogado por la Universidad de Lima, Asociado del Área Laboral del Estudio Olaechea.
Con fecha 16 de noviembre de 2015, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República ha emitido la Casación Nº 699-2015 Lima, la cual ha generado diversas opiniones. Este artículo busca fundamentar porque el sentido de dicha Casación es erróneo respecto al otorgamiento del daño moral a favor del demandante.
INTRODUCCIÓN
En el proceso judicial que originó la emisión de la Casación Nº 699-2015 Lima, el demandante interpuso Recurso de Casación contra la Sentencia de Segunda Instancia emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la cual se revoca la sentencia apelada emitida en primera instancia la cual declaró fundada en parte la demanda; en consecuencia fija por lucro cesante la suma de S/ 487,075.82 y fija por daño moral la suma de S/ 75,000.00; dando así un total de S/ 562,075.82; reformándola declarando así infundada la demanda respecto a dichos conceptos.
El demandante buscó con el Recurso de Casación interpuesto que se le ordene al empleador que abone a su favor los conceptos de lucro cesante, daño emergente y daño moral por la suma antes señalada.
La mencionada Casación indica que solo corresponde indemnizar al demandante por concepto de daño moral, ya que el hecho de haber sido despedido de forma arbitraria por su empleador le ha ocasionado sufrimiento, el cual se ve materializado en un posible deterioro en su imagen frente a familiares, amigos y la sociedad en general.
Cabe señalar que también se indica que no correspondería ordenar el pago de daño emergente y lucro cesante; toda vez que como el demandante percibió la indemnización por despido arbitrario (ocurrido en otro proceso judicial), el amparar dicha pretensión generaría un enriquecimiento ilícito o pago indebido a favor del demandante.
En consecuencia, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, emitió la Casación Nº 699-2015 Lima confirmando la sentencia apelada en el extremo que fija como indemnización por daño moral la suma de S/ 75,000.00, revocando el extremo que fija como indemnización por lucro cesante la suma de S/ 487,075.82 y reformándola declarando infundado este extremo; asimismo confirmaron la sentencia en cuanto declaró infundada la demanda por concepto de daño emergente.
La presente Casación ha sido materia de diversos artículos que cuestionan los fundamentos de la Sala de forma muy escueta, en el presente artículo se dará un mayor alcance a dichos cuestionamientos en materia del otorgamiento de daño moral a favor del demandante.
¿CORRESPONDE OTORGAR DAÑO MORAL FRENTE AL DESPIDO ARBITRARIO SUFRIDO POR EL DEMANDANTE?
El demandante señaló que en virtud al despido arbitrario efectuado, se ha generado daño moral en su perjuicio, en vista que obra un supuesto deterioro de la imagen frente a familiares, amigos y la sociedad en general. Es importante indicar que el demandante se ha puesto en dicho escenario de forma unilateral y sin prueba alguna que de sustento al “daño sufrido”.
En relación al daño moral, Guido Alpa lo define como “el ansia, la angustia, los sufrimientos físicos o psíquicos, etc., padecidos por la víctima, que tienen el carácter de efímeros y no duraderos”[1].
Al respecto, si bien el artículo 38º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (en adelante LPCL) señala que para que un trabajador sea despedido debe existir causa justa, también da la posibilidad de despedir a los trabajadores sin causa (despido arbitrario), siempre y cuando se le pague una indemnización equivalente a una remuneración y media ordinaria por cada año completo laborado con un tope de 12 remuneraciones (en el caso de trabajadores a plazo indeterminado)[2].
Es más el artículo 34° de la LPCL, dispone en su segundo párrafo; “Si el despido es arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar está en el juicio, el trabajador tiene derecho al pago de la indemnización establecida en el artículo 38°, como única reparación por el daño sufrido[3]. Podrá demandar simultáneamente el pago de cualquier otro derecho o beneficio social pendiente…”. Dejando en claro que la indemnización por despido arbitrario es la única indemnización a recibir frente a este hecho y no da lugar a otro tipo de indemnización a favor del trabajador cesado.
En este sentido, el despido en sí mismo, no es un acto ilícito, puesto que la misma Ley lo permite. Ahora bien, al no despedir con alguna causa justa, el empleador tendrá que indemnizar al trabajador, como una forma de reparación y protección. Lo cual ha sucedido conforme se señala en el décimo considerando de la Casación Nº 699-2015 Lima[4].
Hay algunas posturas doctrinales que señalan, que la indemnización es el “castigo” al empleador por no despedir con causa justa, sin embargo ese “castigo” no puede ser entendido como el pago que debe realizar el empleador por haber cometido un acto contra a Derecho (el despido), puesto que si sería así, el legislador bajo ninguna circunstancia hubiera permitido, aceptado y regulado el despido. Por otro lado, el legislador ha previsto que el pago de una indemnización sea el único pago que corresponda, más no el pago por un daño moral y otros.
El empleador al despedir al demandante de forma arbitraria, está actuando dentro de los parámetros de la LPCL, es decir, una actuación totalmente legítima y conforme a derecho.
En este sentido, de conformidad con el inciso 1 del artículo 1971º del Código Civil[5], el empleador no tiene responsabilidad alguna frente al daño moral invocado por el demandante, puesto que el empleador actuó en el ejercicio regular de su derecho, de conformidad con la LPCL.
Por tanto, si el empleador no ha cometido acto ilícito, sino más bien ha actuado dentro de los parámetros que la ley le permite, no es viable ni aceptable que este último deba pagar montos adicionales por un daño moral ni cualquier otro concepto, más aún cuando la propia ley señala que la indemnización por despido arbitrario es la única reparación por el daño sufrido.
De la lectura de la Casación materia del presente artículo, se puede advertir que en los doce considerandos que la integran no se pueden apreciar los argumentos que han llevado a la Sala a proceder con amparar dicho extremo de la pretensión del demandante.
CONCLUSIONES:
Como ya se ha señalado líneas arriba, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República ha resuelto mediante Casación Nº 699-2015 Lima el ordenar que se proceda a realizar el abono de la suma ascendiente a S/ 75,000.00 Soles por concepto de daño moral a favor del demandante, siendo el único fundamento para ello el posible deterioro de la imagen del demandante frente a familiares, amigos y la sociedad en general a consecuencia del despido arbitrario sufrido por parte de su empleador.
A lo largo del presente artículo se ha señalado que nuestra legislación laboral ya cuenta con un remedio frente al despido arbitrario efectuado por el empleador, el cual es la indemnización por despido arbitrario, no siendo factible que los justiciables pretendan que se haga un doble abono por dicho concepto, aduciendo daños mayores, cuando la legislación ya ha señalado que frente al despido solo se debe indemnizar conforme lo señalado en la LPCL.
Adicionalmente, es importante señalar que en vista que el despido arbitrario se encuentra regulado en la LPCL, ello implica que la indemnización que devenga de esta situación implica un ejercicio regular del derecho del empleador a desvincular personal sin causa alguna, no pudiendo establecer responsabilidad adicional por dicho hecho, toda vez que ello contravendría al artículo 1971º del Código Civil.
Es evidente que el daño moral no puede cuantificarse de la misma manera para cada trabajador, con lo cual habrán Salas o Juzgados que otorguen sumas a favor de los demandantes que podrían ser superiores a la señalada en esta oportunidad, propiciando que generen mayores costos laborales para las empresas frente a una desvinculación y motivando a interpretaciones antojadizas por parte de los trabajadores cesados de forma arbitraria.
Podemos concluir que lo establecido en la Casación Nº 699-2015 Lima genera un perjuicio a los empleadores, toda vez que el otorgamiento de daño moral no corresponde si el trabajador ya fue indemnizado por dicho despido en su oportunidad y en el supuesto negado que proceda el otorgamiento de daño moral; este no puede ser otorgado sin fundamento y/o sustento alguno.