Daniela Soberón Garreta[1]
Especialista en políticas de cambio climático y desarrollo. Contacto: d.soberongarreta@alum.up.edu.pe
Desde 1995 hasta el 2022, las Conferencias de las Partes (COP) se han reunido en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para tomar decisiones por consenso de las 197 Partes que integran la CMNUCC. Sin embargo, ¿qué tan eficientes son estas reuniones luego de 27 años? ¿Es acaso una oportunidad para que los países realicen greenwashing? Las COP permiten que los países compartan sus visiones para alcanzar los objetivos climáticos, pero también es un espacio ideal para que estos ofrezcan compromisos que no trascienden más allá de ambiciosas promesas o intenciones. A continuación, se analizará este mecanismo de la CMNUCC, celebrado, pero también, ampliamente criticado por la falta de acuerdos vinculantes para tomar medidas drásticas frente a la crisis mundial y a las responsabilidades de los países con mayores emisiones.
Antecedentes: la ausencia de acuerdos entre los principales responsables
La Conferencia de las Partes nació bajo el objetivo de reforzar la conciencia pública global sobre el cambio climático. Sin embargo, históricamente, los países que contribuyen al aumento de la temperatura global, a través de sus elevadas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), no se comprometen a una transformación. Tal fue el caso del Protocolo de Kioto, en 1997, que tuvo como objetivo la reducción en 5% las emisiones de los países. Sin embargo, países como Estados Unidos y China no ratificaron este instrumento, a pesar de ser los principales emisores de GEI.
Además, el Protocolo de Kioto estableció como plazo de cumplimiento de esta obligación el año 2012. A pesar de que en al 2012 se aprobó la Enmienda de Doha para extender este plazo, nunca contó con la cantidad de instrumentos de aceptación necesarias para su entrada en vigor. Con lo cual, el Protocolo de Kioto resultó siendo un instrumento muy ambicioso, sin mayor planificación prospectiva, que no consideró que aún los países no contaban con la institucionalidad y la voluntad política para alcanzar dicho objetivo de reducción en ese plazo.
A pesar de que desde el año 2009, en la COP15, las Partes expresaran su interés por un acuerdo climático vinculante, recién en el año 2015 se logró. La COP15 en Copenhague fue un fracaso porque los principales países emisores, nuevamente China y Estados Unidos, manifestaron que no tenían interés en ningún tipo de acuerdo vinculante. Incluso, realizaron un compromiso no vinculante, a puertas cerradas y sin ningún tipo de votación, donde expresaron que en el año 2010 se discutirían compromisos vinculantes. Un aspecto relevante es que ello si ocurrió, pues en la COP16 se acordó la creación de un Fondo Verde para el Clima, administrado por el Banco Mundial, que será una de las entidades encargadas del funcionamiento del mecanismo financiero de la CMNUCC con arreglo al artículo 11 (ONU,2011).
Entre el 2010 y el año 2015 diversos fracasos ocurrieron en las COP, por la falta de compromisos, a pesar de la abierta postura de la sociedad civil y académica respecto a los mayores países emisores por su interés en la industria del carbón. Recién en el año 2015, nace el Acuerdo de París, que estableció disminuir la temperatura a nivel global a no más de 2°C al 2100 con respecto a los niveles preindustriales, y buscar que ese aumento tenga un límite de 1,5ºC, a través de responsabilidades comunes pero diferenciadas de los países.
Tendencia en las proyecciones de las emisiones de GEI
Fuente: BBC
Fue adoptado por 197 países y aplicación iniciaría en 2020. El Acuerdo de París es actualmente el principal instrumento climático, que ha contado con mayor soporte mundial para la reducción de emisiones de GEI. Sin embargo, las Partes aún no se han puesto de acuerdo respecto a aspectos fundamentales, como los mercados de carbono, el financiamiento para la adaptación y los mecanismos de transparencia y reporte (UN Climate Change).
En ese marco, la COP26 en Glasgow, la última COP previa a la actual, tuvo objetivos ambiciosos, pero que aún sin abordar plenamente estos aspectos pendientes. Por ejemplo, el 90% de PBI mundial se ha comprometido a alcanzar las emisiones netas cero en los próximos 30 o 50 años, en el marco de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). Sin embargo, esta conferencia fue criticada por la ausencia de compromisos más sólidos para reducir las emisiones y la falta de acuerdos sobre financiación de «pérdidas y daños» para los países que son vulnerables al cambio climático. Las naciones no lograron ponerse de acuerdo sobre la creación de un fondo de «pérdidas y daños», una especie de póliza de seguro que compensaría a los países vulnerables al clima por los daños resultantes de las emisiones que no crearon. (Masood & Tollefson, 2021).
Expectativas de la COP27: pérdidas y daños
El Acuerdo de París reafirmó un compromiso hecho en 2009 de que los países más ricos del mundo deberían proporcionar $ 100 mil millones anualmente para 2020 para ayudar a las naciones en desarrollo a enfrentar los efectos del cambio climático y construir economías más ecológicas, cuando señala que las Partes reconocen la importancia de evitar, reducir al mínimo y afrontar las pérdidas y los daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático.
Por ello, en la COP27 se espera avanzar en el cumplimiento del objetivo de 100.000 millones de dólares anuales para la financiación del clima, así como en la definición de un nuevo objetivo para después de 2025, puesto que solo se han movilizado 83.000 millones de dólares para la financiación del clima, como señala Marie Lassegnore, CFA, directora de inversiones sostenibles de La Française AM. Sin embargo, de acuerdo con la OCDE, las proyecciones respecto al financiamiento climático evidencian que el objetivo de los 100.000 millones de dólares anuales no será alcanzado hasta el 2023.
Financiamiento climático
Fuente: OCDE
De manera previa a la COP27, cuatro nuevos informes fueron aprobados vinculados con la financiación del clima. Los informes, publicados por el Comité Permanente de Financiación de la CMNUCC tuvieron los siguientes ejes temáticos: (i) quinta Evaluación Bienal y Resumen de los Flujos de Financiación para el Clima, (ii) informe sobre los avances en la consecución del objetivo de movilizar conjuntamente 100 000 millones de dólares al año para atender las necesidades de los países en desarrollo, (iii) trabajo sobre las definiciones de la financiación del clima, (iv) trabajo relacionado con el artículo 2, párrafo 1(c) del Acuerdo de París (hacer que los flujos de financiación sean coherentes con una vía hacia las bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima) (UN Climate Change, 2022b).
¿Qué se ha logrado con la COP27?
La COP27 se ha planteado 4 objetivos para acelerar la acción climática global a través de la reducción de emisiones, mayores esfuerzos de adaptación y mejores flujos de financiamiento apropiado. El primer objetivo es de mitigación, luego el de adaptación, en tercer lugar, el de financiamiento y finalmente el de colaboración. El objetivo que ha recibido mayor atención en la prensa ha sido el de financiamiento, ya que el éxito de la COP27 dependerá del progreso a nivel de financiamiento para las pérdidas y daños a nivel climático.
Sin embargo, a pesar de los objetivos planteados y de la búsqueda de justicia climática reiterada en las sesiones de la COP27, la plataforma compuesta por la asociación de países isleños, el G77 (países en desarrollo), China, los países africanos y la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Paraguay, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá, Perú, Chile) comparecieron ante los medios para dar «una fuerte señal política» de su determinación para obtener «acciones» y no «promesas» al término de la reunión (EFE Verde, 2022). En ese marco, lo que requieren los países en desarrollo es la creación de un fondo para las pérdidas y daños que se componga por los aportes de los países desarrollados; que son responsables de la mayor parte de las emisiones mundiales.
No obstante, a solo un día de culminar la COP, aún no se aprueba la creación de este fondo destinado exclusivamente para las pérdidas y daños ocasionadas por las actividades de los países desarrollados. Lo que se ha difundido de manera oficial es el primer borrador del texto de cobertura de la COP27 parece incluir texto, sobre todo, desde la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta los derechos humanos, la tecnología y los alimentos.
En lugar de ser un borrador de texto en el sentido convencional, es decir, un documento que se puede editar para darle forma, este borrador es aún más vago: un documento que ofrece opciones sobre algunos de los «elementos» que podrían estar en un texto final (Harvey, 2022). Con relación al financiamiento de las pérdidas y daños por el cambio climático, el borrador de este documento utiliza términos como “preocupación” y “alarma” por las pérdidas y los daños, pero no han incluido nociones con algún nivel de enforcement, como «reparación», «responsabilidad» y «compensación».
Reflexiones
Las COP surgieron como un espacio de búsqueda de consensos y compromisos frente a la crisis climática global. Sin embargo, la principal barrera que ha surgido es que los principales emisores de GEI en el mundo aún no interiorizan el principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas. La falta de consistencia entre una COP y la siguiente dificulta la implementación de los acuerdos, convirtiéndose más bien en una conferencia de intenciones y promesas, aparentemente positivo para la lucha contra el cambio climático.
Los más perjudicados por la falta de consenso a nivel político en el plano internacional, son finalmente los países en desarrollo. Sin adecuado financiamiento, los mecanismos para que estos países se adapten a los efectos del cambio climático son de poca efectividad práctica. Por ello, la necesidad de priorizar el aumento de financiamiento para la mitigación, adaptación y las pérdidas y daños es fundamental para alcanzar la justicia climática. Sin embargo, a un día de culminar la COP27, aún conserva un matiz débil frente a la urgencia de los compromisos requerido en esta crisis climática.
Bibliografía
BBC News (2022). COP27: Why is the Paris climate agreement still important? Recuperado de: https://www.bbc.com/news/science-environment-35073297
EFE Verde (2022). Los países más vulnerables al cambio climático exigen que la COP27 dé resultados en pérdidas y daños. Recuperado de: https://efeverde.com/paises-vulnerables-cop27-de-resultados-en-perdidas-danos/
Harvey, F (2022). First draft of Cop27 text: what it says and what it means. Recuperado de: https://www.theguardian.com/environment/ng-interactive/2022/nov/17/first-draft-of-cop27-text-what-it-says-and-what-it-means
Masood, E & Tollefson, J (2021). COP26 hasn’t solved the problem’: scientists react to UN climate deal. Recuperado de: https://www.nature.com/articles/d41586-021-03431-4
Organismo de Naciones Unidas- ONU (2011). Convención Marco sobre el Cambio Climático. Conferencia de las Partes Informe de la Conferencia de las Partes sobre su 16º período de sesiones, celebrado en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre de 2010. FCCC/CP/2010/7/Add.1. Distr. general 15 de marzo de 2011 Español Original: inglés. Recuperado de: https://unfccc.int/resource/docs/2010/cop16/spa/07a01s.pdf
UN Climate Change
2022a Accedida el 18 de noviembre del 2022. Recuperada de: https://unfccc.int/process-and-meetings/the-paris-agreement/the-glasgow-climate-pact-key-outcomes-from-cop26?gclid=Cj0KCQiA99ybBhD9ARIsALvZavUPL03g7bBcPUfzIG7fgxLz5bqJivPUnJLoE79aAzcU575_WOdMTekaAjQGEALw_wcB
2022b Cuatro nuevos informes preparan el terreno para los debates sobre la financiación del clima en la COP27. Recuperado de: https://unfccc.int/es/news/cuatro-nuevos-informes-preparan-el-terreno-para-los-debates-sobre-la-financiacion-del-clima-en-la
Referencia
[1] Especialista en políticas de cambio climático y desarrollo. Contacto: d.soberongarreta@alum.up.edu.pe