Fernando Marco Polo Lafón
Subgerente de Regulación del Transporte de la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima
Es evidente que la ciudad de Lima necesita desarrollar un sistema de transporte integrado, intermodal, formal y eficiente que proponga un modelo empresarial al inversionista. En la actualidad, la ciudad cuenta con el Metro de Lima, que es un sistema de ferrocarril metropolitano de la ciudad de Lima, conocido también como Tren Eléctrico de Lima; el Sistema Metropolitano de Transporte o Metropolitano que es un sistema de autobuses de tránsito rápido que funciona en la ciudad de Lima; el Sistema Integrado de Transporte de Lima (SIT) que es un sistema de transporte público impulsado por la Municipalidad Metropolitana de Lima que se encuentra en proceso de implementación, el cual tiene como objetivos reducir el número de rutas de transporte actuales, renovar la flota vehicular, retirar de circulación vehículos con muchos años de antigüedad o con poca capacidad de pasajeros (entiéndase camionetas rurales) e integrarse con los demás sistemas de transporte masivo como el Metropolitano y el Metro, además de los taxis y mototaxis. Todos estos sistemas están a cargo de diversos entes, lo que complica el funcionamiento integrado de estos sistemas, aunando a la falta del establecimiento de un régimen de gestión común con la Municipalidad Provincial del Callao.
En lo que concierne al sistema integrado de transporte que conduce la Municipalidad de Lima Metropolitana, es la Gerencia de Transporte Urbano la encargada de formular, evaluar, conducir y supervisar los procesos de regulación del transporte regular y especial, el tránsito y uso especial de las vías en el ámbito de la provincia de Lima, dentro del marco de los dispositivos legales aplicables.
No obstante, dicho órgano per se, no podría llevar a cabo una adecuada gestión del transporte urbano si es que no contara con unidades encargadas de abordar esta materia desde cuatro conceptos:
La planificadora, mediante la Subgerencia de Estudios de Tránsito y Transporte, la cual se encarga de la formulación, supervisión y fiscalización de los estudios, proyectos, programas y planes estratégicos en materia de transporte regular, de tránsito y de vialidad para la provincia de Lima.
La fiscalizadora, mediante la Subgerencia de Fiscalización del Transporte, que realiza el control del cumplimiento de las normas de tránsito, viabilidad y de transporte regular y no regular, pesado y de carga en el ámbito de la provincia de Lima.
La infraestructura, mediante la Subgerencia de Ingeniería del Tránsito, encargada de administrar el funcionamiento del sistema de semáforos en el ámbito de la provincia de Lima, así como de autorizar, supervisar y fiscalizar la interferencia en la vía pública.
La permisología, la cual es materia de atención en el presente artículo, atribución que recae sobre la Subgerencia de Regulación del Transporte, en adelante SRT, la que es responsable de los registros y expedición de las autorizaciones para la circulación del servicio de transporte público en el ámbito de la provincia de Lima, regulando, supervisando y controlando el proceso de otorgamiento de autorizaciones o permisos para el servicio de transporte público regular, así como el otorgamiento de licencias para la circulación de vehículos menores y otros de similar naturaleza, y la correspondiente gestión de los registros de las autorizaciones otorgadas por la SRT.
Teniendo estas nociones sobre cuál es el marco normativo detrás de los proyectos e iniciativas conducentes al mejoramiento del transporte en Lima Metropolitana, trataremos de entender cómo es que estos conceptos pueden sostener el desarrollo de los diversos proyectos llevados a cabo en la comuna limeña, unos ya establecidos y operativos y otros aún en proyecto, pero que, en suma, nos dan una señal de cómo se está llevando a cabo el desarrollo del transporte urbano en Lima Metropolitana, e inclusive podría generarnos criterios sobre si se está o no en el camino correcto.
Dentro de la situación real expuesta y dentro de las competencias normativas que ejecuta la presente gestión, se han promulgado ordenanzas que buscan desarrollar un sistema de transporte urbano masivo de calidad y eficiencia, interconectadas con los sistemas de transporte existentes como el Metropolitano, Tren Eléctrico y la implementación de los corredores complementarios, corredores de interconexión, con vías adecuadas que permitan su desplazamiento, además de transportistas y operadores que cumplan con el estándar establecido.
Es así que, con la ordenanza N° 1876 del 26 de febrero del 2015, se aprobó el sistema de rutas del servicio de transporte regular de personas en Lima Metropolitana, el cual se compone por 322 rutas urbanas, 77 rutas periféricas y 15 rutas en zonas no atendidas; y cada una de estas rutas cuentan con su respectiva ficha técnica en la cual se detalla el código que identifica el servicio, origen y destino, itinerario, frecuencias, tipología, cantidad necesaria de flota entre otros; precisando en sus disposiciones finales la renovación automática de las autorizaciones del servicio y las tarjetas de circulación provisional, las cuales deberían adecuarse a la Ordenanza que Regula a la Prestación de Servicio de Transporte Público en Lima Metropolitana.
Como avances concretos, este proceso nos permitió definir que, a la fecha, se han adecuado al sistema de rutas un total de 263 empresas, que comprenden 351 rutas; 15,694 vehículos han sido habilitados para prestar el servicio de transporte, siendo preciso aclarar que, previamente al inicio de este proceso, se contaba con 295 empresas autorizadas, en 398 rutas y un total de 19,787 vehículos habilitados aproximadamente, evidenciando el predominio de vehículos de tipología microbús (45%). Toda esta información es de carácter público y ha sido expuesta en su momento ante la Comisión de Transporte del Congreso de la República, además de los diversos medios de comunicación.
Sin embargo, desde la perspectiva actual, parte de la problemática existente y el desafío de esta comuna está relacionada con la cantidad de documentos solicitados a los transportistas para obtener una autorización, que si bien es cierto son necesarios para conocer con certeza que se cuenta con los requisitos establecidos en la normatividad vigente -de igual manera, en lo relativo a los requisitos documentarios concernientes a la habilitación de los vehículos en lo que respecta a titularidad, pólizas de seguro, CITV, etc., que posteriormente serán constatados sobre su legalidad y validez (control posterior)-, generando una intensa actividad administrativa al tener que verificar cada uno de ellos y todo ello aunado a la escasa colaboración interestatal que facilitaría la verificación de la información en línea, generando una racionalización de recursos tan necesarios para la Gerencia de Transporte Urbano. Cabe resaltar que, en relación a la emisión de las credenciales de los operadores de transporte, se ha dado un avance significativo al sistematizarlo y poder realizar la solicitud de la credencial vía web.
Asimismo, constituye un desafío la modernización de los procedimientos TUPA, como consecuencia de un marco normativo que así lo permita, los cuales -en la actualidad- aún no apuntan a una sistematización en la emisión de las autorizaciones y habilitaciones, direccionándose a la exigencia de la presentación de documentos que estarán sujetos a un control posterior, sumado al entorno del transporte urbano de la ciudad de Lima que aún es eminentemente informal, con poca proyección y desarrollo empresarial.
En ese orden de ideas, es preciso agregar que existe una percepción no muy favorable por parte de la sociedad, acerca de la burocracia dentro de la administración pública, calificándola como irresponsable y corrupta tal como se refleja en la VII Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción en el Perú 2012 – Elaborado por Ipsos Apoyo realizada en el año 2012, y en la encuesta realizada por el observatorio ciudadano en el año 2014.
Es misión fundamental y principal desafío de la autoridad el lograr la satisfacción de las necesidades de los usuarios, la formalización del sector, dar mayor seguridad a los usuarios y que reciban un servicio de calidad.
Se puede destacar que la Ordenanza N° 1876 ha permitido la depuración del mercado en lo que respecta a la reducción empresas de transporte, rutas y vehículos, siendo que la labor que corresponde ahora es la de continuar con el desarrollo del servicio de transporte de manera interconectada con el metropolitano, el tren eléctrico, corredores complementarios, corredores de integración y corredores de aproximación.
En ese sentido, para alcanzar las metas establecidas no solo debemos basarnos en la permisologia, recaída en el Subgerencia de Regulación del Transporte (SRT), sino que esta labor va concatenada con la planificadora y la infraestructura, las cuales recaen sobre Subgerencia de Estudios de Tránsito y Transporte (SETT) y Subgerencia de Ingeniería del Tránsito (SIT), perteneciendo en su conjunto a la Gerencia de Transporte Urbano (GTU), además de la participación activa de los transportistas y las entidades involucradas en este sector.
En conclusión, es evidente que se han dado pasos concretos para desarrollar un sistema de transporte urbano acorde a las necesidades de la ciudad de Lima. Asimismo, el estudio de embarque y desembarque desarrollado por esta gerencia nos ha permitido precisar la tipología, frecuencia, recorridos y necesidades de servicio, así como la implementación progresiva de los corredores complementarios que favorecerá a este ordenamiento; si bien es cierto, existen dificultades y desafíos que afrontar, nos corresponde desarrollar una visión a futuro, proyectando soluciones concretas y que el desarrollo de los juegos panamericanos nos alcance habiendo desarrollado un sistema de transporte sostenible de acuerdo a lo que merece la ciudad de Lima.