Israel y Palestina: Un conflicto del pasado, vigente en el presente y con consecuencias futuras

Israel y Palestina: Un conflicto del pasado, vigente en el presente y con consecuencias futuras

Oscar Churata Poma

Bachiller de la Universidad de Ruiz de Montoya


Israel y Palestina son dos Estados en conflicto permanente desde el siglo XX que han pasado por cruentos enfrentamientos históricos en función a determinar quién es legítimamente soberano en este territorio del oriente próximo con salida al Mar Mediterráneo. Un conflicto que no se pudo resolver en el pasado y tiene sus consecuencias en estos momentos luego de que el pasado 07 de octubre en la zona del oriente próximo se lanzó una operación militar de ataque contra Israel desde la Franja de Gaza, con lo cual se reanudaba un conflicto bélico histórico que tiene sus inicios a finales del siglo XIX con la emergencia del sionismo. Hasta el momento, las víctimas mortales por ambos bandos superan las 3000 personas; la crisis económica, la falta de abastecimiento de servicios básicos como agua, luz y alimentos, los heridos y desaparecidos en los escombros, las protestas en diferentes partes del mundo y el peligro latente de una guerra más grande que involucre a otros países son cuestiones que, para la política internacional, constituyen un peligro para la economía mundial y las relaciones internacionales. A estas alturas del conflicto ya se vislumbran algunos efectos económicos a nivel global y también las diversas posiciones de los países, sobre todo de las potencias mundiales que seguramente ven con mucha prudencia y preocupación lo ocurrido en Gaza e Israel. Por lo tanto, en el presente artículo presentaremos un análisis sobre el origen del conflicto y sus consecuencias futuras.

Theodor Herzl, el iniciador del sionismo.

En 1896, el periodista de origen judío, Theodor Herzl, publicó el libro “El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía”. Con lo cual fundaba el movimiento sionista, el cual se transformó en movimiento nacionalista que, a través de la doctrina de Herzl, se propuso establecer un Estado para el pueblo judío. Es así que Herzl más que hacer un ensayo sobre la necesidad de resolver la cuestión judía, inició un proyecto político nacionalista y, luego de un proceso de discernimiento, determinó que Palestina era el lugar ideal para fundar el nuevo Estado judío; no obstante, para hacerlo era necesario tomar posesión del territorio palestino. Herzl falleció antes de ver que el proyecto que había iniciado, y que por cierto en un inicio fue tomado como una quimera por una gran parte de la comunidad judía, se hizo realidad en 1948 con la declaración de independencia de Israel.

La declaración Balfour, 1917 y la colonización blanca.

En el contexto de la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña necesitaban las fuerzas árabes para vencer definitivamente al Imperio Otomano y al entender ambas potencias que en los árabes había nacido un espíritu independentista se unieron prometiendo ayudarles a llegar a dicho proceso constitutivo, pero años después se descubriría los acuerdos secretos de Sykes-Picot, en los cuales se evidenció que a pesar del compromiso de Francia y Gran Bretaña con los árabes, los anteriores habían decidido secretamente repartirse los territorios del derrotado Imperio Otomano. Así Francia se quedaba con Siria y Libia, y, por su parte, Gran Bretaña con Jordania, Iraq y Palestina por ello inicia un proceso de colonización inglesa en Palestina.

Ya en 1917 los colonos ingleses se volvieron partidarios del movimiento sionista de Herzl y más tarde Gran Bretaña promulgó la Declaración de Balfour que daba la venia a la instauración de un Estado nacional judío en Palestina y, con ello, para muchos expertos, inciaría la denominada colonización blanca en Palestina.

La colonización blanca es entendida como un proceso en el cual la población colonial de un territorio desplaza a la población indígena del mismo a través de diversos procesos políticos o militares con el objetivo de sustituir a la población local por la población colonial en un territorio. Respecto a la situación de la colonización blanca en Palestina, Izquierdo (2006)[1] toma la premisa de que el fundamento colonial de esta época estaba sustentado en la negación de la existencia de un pueblo palestino como Estado al no ser una sociedad desarrollada, como las sociedades de las que provenían los judíos europeos, entonces este vacío de nacionalidad e identidad justificado en el subdesarrollo estableció las bases ideológicas para emprender una colonización que se transformaba en necesaria para atraer la modernidad y la civilización a nativos primitivos carentes de un Estado.

Definitivamente la Declaración de Balfour generaría una serie de protestas y un conflicto permanente en territorio palestino hasta que años más tarde, en 1937, Gran Bretaña, a través de un informe, recomienda por primera vez la necesidad de una partición de territorio en Palestina para que puedan vivir judíos de un lado y árabes del otro lado; no obstante, el plan británico no prospera. Será después de la Segunda Guerra Mundial en la cual murieron más de seis millones de judíos cuando la presión internacional incrementó en función al establecimiento de un Estado judío y así, en 1947, la Asamblea General aprobó el plan de la partición de Palestina para la creación de un Estado árabe independendiente y otro israelí, pero dicha propuesta solo fue aceptada por Israel ya que los árabes palestinos veían como injusta la pérdida de sus tierras. Al final Israel declaró su independencia el 14 de mayo de 1948 y en 1949 se unió oficialmente a las Naciones Unidas. Así inició la expansión de Israel.

La expansión de Israel y la fundación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)

Todo parece indicar que luego de concluida la mitad del siglo XX Palestina no actúo mucho a nivel estructural, pero, por otra parte, Israel había construido un gran ejército, con el cual, en 1967, participaría en la Guerra de los Seis Días, donde triunfaría Israel y duplicaría su territorio incluyendo la península de Sinaí, Gaza, la Ribera occdiental y Golán. Es importante mencionar que Israel ocupó Gaza en 1967, pero se retiró en 2005.

Antes, en 1964, se había creado la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que, inmediatamente, creó un poder militar y político para el fin que llevaba su nombre. La OLP iría creciendo en el tiempo, así como sus acciones de un sector de la misma. Dicho sector se volvía más radical ocasionando una serie de atentados terroristas, por lo cual el conflicto entre árabes e israelíes se volvió permanente.

Es necesario añadir que luego de la expansión israelí, los habitantes palestinos y nacionalistas se empezaron a reagrupar en la zona de Cisjordania y Gaza donde actualmente se desarrolla el conflicto.

Los acuerdos de paz de Oslo y la creación de la Autoridad Nacional Palestina. 

En 1988, cuando la OLP carecía de un poder territorial en Palestina, declaró unilateralmente la independencia de dicho país, reivindicando los territorios palestinos ocupados luego de la Guerra de los Seis Días, a su vez declaraba a Jerusalén como su capital. Todo ello contribuyó aún más al conflicto en dicho territorio hasta 1994 cuando se firmaron los acuerdos de Oslo.

Durante el tiempo previo a la firma de los acuerdos de Oslo se hiceron conocidas “Las Intifadas” en Palestina, que era un levantamiento del pueblo palestino contra Israel. Estas intifadas generarían mucha violencia y muerte en el pueblo palestino que era constantemente reprimido por las fuerzas israelís. Las intifadas tendrían su inicio a finales de 1987 y hasta la pausa en 1994 por los acuerdos de paz de Oslo.

Los acuerdos de Oslo establecieron, por un lado, el compromiso de renuncia a la violencia y terrorismo por parte de la organización palestina, sumado a un reconociendo de la existencia del Estado de Israel. Por otro lado, una de las conclusiones más importantes que se dieron en Oslo fue la creación de la Autoridad Nacional Palestina, estableciendo así un sistema electoral por voto en función a la elección del presidente. Todo lo ocurrido en los acuerdos de Oslo generaría una división al interior de la comunidad palestina emergiendo así la posición de rechazo total a dichos acuerdos por parte de una organización islámica palestina que empezaba a nacer: Hamás.

El rol de Hamás

Sobre el origen de Hamás han confluido diversas informaciones. Una de la más aceptadas y difundidas en el mundo indica que Hamás fue creada por Israel, ello por información de un general israelí. En ese sentido, Hamás habría sido impulsada por Israel para detener el poder que estaba concentrando la Organización para la Liberación Palestina (OLP), tal y como Estados Unidos apoyó a los talibanes contra el avance hegemónico de la Unión Soviética.

Lo cierto es que Hamás tuvo su génesis político durante la primera Intifada de 1987, proclamando su defensa ante la ocupación israelí y denunciando la construcción de asentamientos junto a la política expansivista de la idelogía sionista. Sin embargo, tal como mencionamos anteriormente, los acuerdos de Oslo darían una pausa a las Intifadas, pero en el año 2000 explotaría la segunda Intifada, lo cual llevó a Hamás a una consolidación política crucial que se evidenció en el año 2006 cuando se presentaron a las elecciones legislativas de Palestina obteniendo una gran victoria y la mayoría absoluta del Poder Legislativo. Así Hamás se enarbolaba ahora sobre partidos históricos como Al Fatah que ocupaban el Poder Ejecutivo. Esta disgregación del poder generó un enfrentamiento político y social muy importante para entender la situación actual ya que, en el 2007, Al Fatah solo pudo controlar su poder en la región de Cisjordania, siendo desplazados por Hamás de la Franja de Gaza que quedó bajo el poder de dicho grupo.

Esta disgregación del poder contenía una contraposición respecto a la situación de Israel. Por un lado, el gobierno de Al Fatah, siguiendo los acuerdos de Oslo, reconocía la solución de dos Estados en convivencia y, por otro lado, Hamás promulgaba el total rechazo de la ocupación israelí en Palestina, lo que generó una gran preocupación en Israel tomando medidas de aislamiento en la Franja de Gaza. En suma, tenemos dos gobiernos palestinos: uno representado por la Autoridad Nacional Palestina cuyo gobierno está regido por Al Fatah en la zona de Cisjordania y otro representado por Hamás en la zona de la Franja de Gaza.

Consecuencias del conflicto.

Respecto a las consecuencias del conflicto aún es difícil determinar cuáles serán las que tengan incidencia permanente en el futuro, pero intentaremos dar algunos atisbos en función a nuestro análisis actual.

En primer lugar, a estas alturas el conflicto ha escalado a un nivel álgido después del atentado al Hospital Al Ahli en la franja de Gaza que acumula más de 500 muertos y cuya responsabilidad es acusada mutuamente por ambos bandos tanto de Israel como Hamás. Lo sustancial de este hecho es que los países árabes, que anteriormente tenían una posición menos directa en el conflicto, ahora acusan directamente a Israel por el atentado tal y como lo hizo Libia, Yemén, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Beirut y Turquía. Sumado a ello está la suspensión de la cumbre con el presidente de Estados Unidos por parte del reino de Jordania y Egipto luego del atentado lo cual ha dejado con mucha incertidumbre a la población del oriente próximo y occidente. Esta situación empieza a generar una crisis económica respecto al petróleo ya que los países árabes involucrados controlan más de un tercio de la producción mundial de este combustible fósil entonces el aumento del precio en este se empieza a sentir en la zona del Mar Mediterráneo y tendrá consecuencias en la subida de diversas fuentes de energía en Europa así como el transporte en todas las escalas sobre todo los referidos al comercio internacional; todos estos efectos se expandirán al mundo inevitablemente.

En segundo lugar, la posición de las potencias ha sido diversa; por un lado, China y Rusia permanecen imparciales y casi al margen del conflicto exhortando desde sus espacios a una solución pacífica y diplomática sin condenar a ningún bando por el momento. Por otro lado, Estados Unidos, a través del presidente Biden, ha expresado su apoyo absoluto a Israel incluso Biden haciéndose presente en Israel para una reunión con el primer ministro Netanyahu en la cual reafirmaron su alianza para el mundo. Finalmente, Alemania también ha reafirmado su apoyo incondicional a Israel. En suma, se podría decir que por parte de Palestina aún no hay un apoyo de una potencia mundial y por ende está presente la incertidumbre ya que el apoyo más fuerte por ahora lo puede brindar Irán que ya anunció que la guerra puede expandirse a otras regiones si es que Israel avanza en territorio de la Franja de Gaza. La entrada de Irán al conflicto podría llevar a una catástrofe con efectos globales. Por el momento, Hezbolá está entrando poco a poco al conflicto desde la frontera con el Líbano. Es máxime tener en cuenta que Hezbolá es fiel a Irán de quien recibe apoyo y financiamiento, por lo cual se puede concluir que Hezbolá tiene más poder militar que Hamás y ello puede explicar por qué el conflicto se agravaría si Irán entra directamente en guerra con Israel.

Por último, el 18 de octubre se llevaba a cabo una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la posibilidad de una pausa humanitaria en Gaza. Dicha propuesta fue erigida por Brasil en la que se pedía respetar el derecho internacional y la protección de civiles en Gaza. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo ya que Estados Unidos vetó el proyecto en el cual doce de los 15 miembros del Consejo había votado a favor del proyecto para una pausa humanitaria mientras que el Reino Unido y Rusia se abstuvieron de la votación. Por su parte, Estados Unidos indicó que su decisión se sustentó en dar tiempo a la diplomacia estadounidense para un intento de acuerdo que bien sabemos que no se logró ya que Biden solo se pudo reunir con el representante de Israel. Asimismo, se criticó que la propuesta en cuestión no contemplaba el derecho a la defensa propia de Israel.

Esta situación no hace más que incrementar la incertidumbre en el conflicto. Por ende, al parecer la solución diplomática estaría lejos de suceder ya que hasta ahora no se ha logrado más que un acuerdo de ayuda humanitaria a Gaza a través de Egipto. Si esto continúa así e Israel decide entrar con sus tropas a Gaza tal y como se ha anunciado, no podemos prever totalmente lo que vaya a suceder. Lo que sí es seguro es que ello puede detonar una reacción por parte de los Países Árabes contra Israel y la probable inclusión de una nueva potencia en el conflicto, ya sea China o Rusia, escalando el conflicto a un nivel que nadie desea.


Referencia

[1] Izquierdo, F. (2006). Sionismo y separación étnica en Palestina durante el mandato británico: La defensa del trabajo judío. Scripta Nova. Vol. X, núm. 227. https://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-227.htm#_ednref45