Beatriz A. Franciskovic Ingunza
Abogada. Conciliadora y Árbitro adscrita al OSCE, Arbitra Perú–MINJUS y Consensos PUCP. Docente de la Universidad Ricardo Palma, Unifé y Universidad Científica del Sur. Asociada al Instituto Vida, Salud y Gestión SCRltda.
“La interdisciplinariedad, en una época de fragmentación de las ciencias, es el primer paso en la búsqueda de la recomposición de la unidad del saber, que es la aspiración de toda verdadera sabiduría. Solo la sabiduría, como ciencia de las causas ultimas, puede concebir un plano general del saber, aunque solo en sus trazos fundamentales, pues la mente humana obviamente es limitada […] La necesidad de la interdisciplinariedad es especialmente acuciante en el campo de los estudios sobre el hombre, donde una cantidad inmensa de información es cada vez más difícil de resolver en una unidad. Ahora bien, sin unidad no hay comprensión. Comprender algo significa ver simultáneamente, en la unidad de su naturaleza, la multiplicidad de aspectos que la integran” (Prieto López , 2008)
Sin duda, el tema animal es un tema que levanta posiciones y defensas apasionadas, desconociendo muchas veces, a profundidad dicha materia. Dicho comportamiento, conduce a que el tema animal sea visto y tratado como uno irrelevante y muy poco serio. Por ello, prefiero denominarlo como el tema animal antes que optar por la denominación o expresión “derecho animal” o por la defensa de los “derechos de los animales”.
Hay que tener mucho cuidado y precisión con cada uno de las expresiones o términos que usamos, máxime si se quiere que el tema animal sea visto como uno importante, controversial y serio y no solo circunstancial, reactivo a las noticias periodísticas de supuestos casos de maltrato animal. No se trata únicamente de creer que los animales son todos iguales, que los animales son los de compañía, que no existe diferencia entre los domésticos con los de compañía, así como tener conocimiento que la esponja y estrella de mar son también animales, por ejemplo.
Se debe empezar por aceptar y comprender que el tema animal no es un tema sencillo ni fácil de comprender. No basta con ser amante de los animales, no basta con ser activista, con ser abogado, veterinario, rescatista o vegano o vegetariano. Para que el tema animal obtenga mayor seriedad en nuestra sociedad y ante nuestros operadores de justicia o legisladores resulta necesario leer e investigar otras disciplinas complementarias (biología, antropología, zoología, zootecnia, comportamiento animal, etc) que nos permitirá profundizar, entender, comprender determinados sentidos, significados sobre el tema animal y todo lo que ello conlleva, involucra y abarca. Pues, de lo contrario caeremos en un contrasentido en su defensa y protección. A qué animales se debe proteger? A cuales reconozco, a cuales defiendo, a cuales consumo o dejo de consumir, a cuales respeto su naturaleza salvaje, libre, silvestre, doméstico, cuales son posibles de amansar y cuales realmente merecen protección?
De nada sirve defender de manera general o generalizada a los animales desconociendo las clases de especies que existen, sus características innatas e inherentes, si no conocemos a profundidad las semejanzas y diferencias que tenemos con los animales, que no se reducen en que ellos son instintivos y nosotros racionales. Existen una infinidad de diferencias que no pueden ser abarcadas en el presente comentario.
Por el contrario, considero que conocer el tema animal de manera concienzuda, profunda y pormenorizada nos dará la posibilidad de defender y argumentar sobre su defensa, y protección. Nos dará autoridad intelectual y cultural para poder defender a alguno de ellos sean salvajes, domésticos, anfibios, de compañía, o silvestres.